¿Quién no tiene una amiga que se ha puesto tetas? Todas conocemos a alguien que ha decido retocar sus atributos mamarios. Por estética o necesidad (malformaciones, amputación por enfermedad,…), la cosa es que en España, según nos contó Federico Mayo (Instituto de Cirugía Estética y Plástica, tel. 914 119 319. Madrid) en el I Simposio sobre Prótesis de Mama para la prensa especializada, se realizan 70.000 intervenciones de pecho al año. Junto con la liposucción, son las dos operaciones estéticas que más solicitan las mujeres.

Un dato desvelado por este cirujano plástico, reparador y estético, que lleva remodelado las glándulas mamarias de famosas y anónimas desde hace más de 15 años. Pero más allá de las cifras, tipos de prótesis (redondas o anatómicas, texturizadas o lisas, de suero fisiológico o gel cohesionado de silicona) o técnica empleada para colocarlas, el mundo de las prótesis mamarias es un universo de curiosidades y anécdotas.
Nos contó el cirujano que son muchos los maridos (o amantes) que pagan la operación – que si está realizada con todas las garantías y la mejor calidad de prótesis no baja de 6.000 euros– y deciden sobre la futura talla de sujetador que llevará en el futuro su pareja, con un “usted, ponga, ponga” o un “no se pase con el tamaño que luego me desbordan”. También nos dijo que somos pocas las que vamos solas a la consulta, al parecer para quitar, poner o elevar (que por cierto es la operación de este tipo más complicada de realizar), necesitamos el apoyo moral y la opinión de una amiga o una madre, como cuando tenemos que ir al baño en mitad de una velada que nos gusta hacerlo en compañía. Las mujeres somos así. Quizás, lo que más me sorprendió en este anecdotario mamario, fueron los temas relacionados por el sexo a posteriori. Me explico. Tras la operación hay que tener ciertas precauciones para que el implante no se descoloque y se produzcan asimetrías, encapsulamientos o cosas más complicadas – llevar un sujetador especial unos 3 meses, dormir boca arriba unas dos semanas, no tomar el sol en la cicatriz durante un año para que se haga imperceptible,…-; yo todo esto ya lo sabía, y las que se someten a la operación también lo saben porque si el cirujano es responsable y buen médico se lo contará todo con pelos y señales. Pero claro, el experto no entra en cuestiones más íntimas por aquello del pudor ajeno y propio. Yo sí. A saber, tras un aumento de pecho, hasta que han transcurrido por lo menos 3 o 4 meses, están prohibidos los chupetones; sí, esos que dejan cardenal. Al parecer son muchos los amantes que se entusiasman ante la novedad y chupan con una fruición que puede descolocar la prótesis. Primera regla: lamer sí, chuperretear con delicadeza, también; succionar con la fuerza de un aspirador, no. También hay que cortarse con el ímpetu manual, es decir, se pueden acariciar los pechos sin límites, pero con la suavidad y delicadeza de la seda. Segunda regla: los nuevos pechos no se amasan como el pan, se recorren e inspeccionan con la sutileza de una pluma. Si se manipulan como si fueran pomos de una puerta, pueden rotar y descolocarse y el cirujano tiene que volver a intervenir para poner las cosas de nuevo en su lugar.
Fuera ya de las cuestiones de cama, hubo otros datos que me dejaron boquiarbierta. Por ejemplo, que las características raciales de las chinas, aparte de los ojos rasgados y el pelo liso como una tabla, hay otra más desconocida: sus glándulas mamarias son chicas, sus pezones y areolas, enormes. Tanto que pueden abarcar casi la circunferencia del pecho en total. O que ya son muchos los tanatorios que no incineran a las mujeres con prótesis. Al parecer, la silicona necesita una temperatura muy superior a la de los órganos biológicos para quemarse y los hornos crematorios no están preparados para ello. Claro, que si a la muerta se la entierra, cuando los gusanos hayan hecho su labor en músculos, huesos y vísceras, las prótesis se mantendrán intactas durante siglos. Quizás, los arqueólogos del año 3.000 no encuentren explicación a este fenómeno cuando exhumen tumbas femeninas del siglo XXI y encuentren dos curiosos globos viscosos casi impolutos rodeados de restos humanos casi irreconocibles ¿Más? Sí. Los implantes mamarios de silicona es imposible que exploten al viajar en avión o bucear. Lo de Ana Obregón es una leyenda urbana. En el continente Americano, tanto en el sur como en el norte, se ponen más prótesis redondas que anatómicas (las de Nicole Kidman son un buen ejemplo). Las primeras prótesis de aumento se pusieron en 1962. La duración de un implante, no es eterna, hay que cambiarlos a los 20 y 25 años. Lo que significa que si te operan de jovencita, con menos de 30 años, habrás de pasar de nuevo por el quirófano sobre los 55. Si te los retocas con más de 40, es posible que no tengas que volver nunca a la mesa de operaciones. ¿Futuro? El aumento con grasa propia, extraída de allí donde sobra (como las cartucheras) que no provocan rechazo y no necesitan renovarse. Ya se hace, pero la técnica mejorará sustancialmente.
Un último aviso para navegantes: si quieres ponerte tetas, ponte en manos de un buen especialista que lo haga con todas las garantías pre y post operatorias, no te fíes de aquellas clínicas que ofrecen operaciones por 1.500 euros, que primero te pasan con un comercial y te aseguran que te dan un crédito y que no mantienes una consulta seria y exhaustiva con el cirujano encargado de aumentar la talla de sujetador. Cliclear www.secpre.es, la página oficial de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, es un previo ideal para saber si el especialista al que te encomiendas es bueno o no.

10 Comentarios

  • Estefania Lovelifefashion
    Posted 5 July, 2010 12:16 am 0Likes

    Muy interesante el post, me lo he leido de arriba a bajo 😉
    Dichosas aquellas que han nacido con un pecho bonito y proporcionado 🙂

  • areeLi ♥
    Posted 5 July, 2010 4:15 am 0Likes

    Habia cosas de las
    que estaba enterada y
    otras que realmente me
    sorprendieron!!
    Realmente creo que aquella
    que se haga el aumento por
    vanidad esta mal…
    pero es decision de cada quien.

  • Gadirroja
    Posted 5 July, 2010 7:11 am 0Likes

    Me han gustado esas curiosidades morbosillas jajaja me reafirman en mi posutra de quedarme con las mías!! Jajaja

  • Andrea Cuesta
    Posted 5 July, 2010 11:15 am 0Likes

    Me han gustado también a mi mucho las curiosidades y yo no conozco a nadie que se haya operado los pechos…en mi entorno digo…jeje…Me tienes que recomendar a alguien para hacerme las arañas vasculares. De hecho podríais escribir sobre eso y las varices…un besito!

  • Sonix
    Posted 5 July, 2010 12:12 pm 0Likes

    Me ha gustado mucho la entrada… yo, como soy de pecho grande, no descarto en un futuro no muy lejano (quizá cuando tenga un hijo) hacerme una elevación, y he leído que has puesto que es la operación más complicada. Digo que no lo descarto pero no sé si finalmente lo haré, porque da un miedo terrible!
    Ha estado bien conocer más detalles sobre el tema, gracias!

  • ت María Glez ت
    Posted 5 July, 2010 1:57 pm 0Likes

    Me ha gustado el post yo de momento no quiero tocar nada y espero no ahccerlo

  • Luna Catorce
    Posted 5 July, 2010 2:39 pm 0Likes

    Me he reído. Se lo voy a enviar a alguien.

  • Paxindia
    Posted 5 July, 2010 2:42 pm 0Likes

    Muy buen post, yo despues del peque las tengo como uvas pasas las pobres, pero creo que asi se van a quedar jijiij!!!

  • N.Poe
    Posted 5 July, 2010 3:42 pm 0Likes

    ¿Me pongo tetas o no? Ésa es la cuestión. La verdad es que me miro al espejo y me encantaría tener unas tallas más, pero luego le doy vueltas y eso de meterme en un quirófano de manera voluntaria me aterra, lo que significa que, en el fondo, se que no estoy tan mal como me creo.

    Por otro lado, conozco dos casos de mujeres que han dado el paso y las dos están encantadas. Una tiene 24 años y cuando me comentó que iba a operarse, lo primero que le contesté fue "¿Por qué?" No le hacía ninguna falta (tenía más pecho que yo sin haberse operado), pero siempre quiso tener un par de tallas más y ha quedado estupenda. La otra tiene 65 años y padeció un cáncer por el que tuvieron que amputarle un pecho. Lo pasó muy mal pero reconoce que después de hacerse la reconstrucción se siente mucho más feliz (y no es para menos: le han dejado un pecho precioso. ¡Se pasa el día luciendo escote!)

  • DrTerren
    Posted 4 July, 2014 5:56 pm 0Likes

    Un cirujano plástico lo primero que mira es la verdadera necesidad que tiene la paciente por realizarse la intervención de cirugía. La casuística es muy variada, pero en todos los casos deben de subyacer razones de peso para seguir adelante con la intervención. Dicho esto, hoy en día acudiendo a un especialista en esta cirugía (cirujano Secpre) y a ser posible especializado en la cirugía de senos, el porcentaje de éxito de la intervención se encuentra en niveles muy elevados.

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