Ponte morena en The Lab Room con el autobronceador St Tropez

El sábado pasado tuve una fiesta muy especial. Me había comprado un modelito estupendo para la ocasión pero mi piel estaba más blanca que la de Nicole Kidman y, claro, como una no es la ex de Cruise, la blanca palidez no es que me favorezca mucho. Para tomar el sol no tenía tiempo y por supuesto los rayos UVA no forman, ni formarán nunca, parte de mis prácticas habituales. No quedaba otra. Había que recurrir al autobronceado. Una técnica que para que quede bien es preciso que una sea bastante mañosa cosa que tampoco es que me defina precisamente. Pero no problem.

Después de ver el estupendo color que lució Goya Toledo en la entrega de los premios Goya, ya es casualidad que coincidan los nombrecitos, y enterarme de que lo había conseguido en The Lab Room decidí imitarla y me fui para allá el viernes decidida a probar en mis carnes el tratamiento autobronceador St. Tropez. Os cuento. Hace más de una década que St. Tropez revolucionó el mundo del autobronceador y desde entonces esta marca participa en la mayoría de eventos cinematográficos y de alfombra roja. Numerosas celebrities internacionales (Cate Blanchett, Victoria Beckham, Gwyneth Paltrow, Liz Hurley, Hugh Grant,…) se declaran incondicionales de esta firma sobre todo por la naturalidad de los tonos ya que imitan perfectamente el color que conseguiríamos después de una semana en el Caribe. El tratamiento comienza con una exfoliación del rostro y del cuerpo, a continuación te hidratan y protegen especialmente las zonas más rugosas y más propensas a adquirir un color más oscuro: talones, codos parte de atrás de las rodillas,… y después aplican el autobronceador. Al principio te sorprende un poco porque la especialista que te lo está haciendo no extiende bien el producto, te queda como con manchas y parece que hay zonas en las que no lo ha puesto. A mitad del tratamiento yo pensaba que me iba a quedar fatal y que iba a ser un desastre. Lo comenté con la experta y me dijo que no me preocupara. Ella siguió a lo suyo y cuando acabó de aplicarlo cogió unas manoplas de toalla y empezó a pulir el producto por el cuerpo. Ahí ya pensé: “Ahora me lo quita todo, menuda gracia”. Pero no. Cuando acabó yo tenía un tono estupendo, pero no es el que queda después. El que permanece una semana comienza a aparecer a las cuatro horas del tratamiento. Una vez terminado no puedes ducharte en ocho horas que es cuando se pierde el color inicial y ya te quedas con el “definitivo” que en mi caso fue estupendo. Me encantó.

Las diferencias entre los autobronceadores St Tropez y otras marcas son muchas. Para mí la más importante es que no es necesario esa aplicación tan exhaustiva a la que estamos acostumbradas con estos productos. No, lleva color para saber por donde lo has aplicado y no dejes zonas sin poner pero no es necesaria esa precisión milimétrica. Más. El color que se adquiere, que para nada tiende a anaranjado, depende del ph de la piel de cada uno, no es un tono standard. Por ejemplo como yo tenía las piernas más claras que la cara el resultado final era que tenía el rostro más moreno que las piernas, como cuando vas a la playa, hay zonas que se broncean antes que otras. Pues con estos productos igual, por eso queda tan natural. Sigo. No huele a metálico, luego me enteré que es porque llevan Aromagard, una innovadora fragancia que evita el mal olor característico de los autobronceadores. También me enteré después que los productos contienen propiedades antioxidantes y antiedad. Pues estupendo ¿no? Pues ya sabéis. El tratamiento que yo me hice dura aproximadamente una hora y cuesta 60 €, si sólo quieres hacerte medio cuerpo puedes por 40 €. Si lo único que quieres es lucir un tono bronceado en el rostro te lo hacen por 30 € y además te dan un masaje de pies para que te relajes mientras actúa el autobronceador, y si lo que quieres es un color muy intenso puedes optar por el tratamiento “Doublé Dip” (90€) en el que tras una primera aplicación tienes que volver al día siguiente para realizar otra sesión y conseguir un tono superbronceado. Además St. Tropez tiene productos de uso en casa (optimizadores del bronceado, autobronceadores, bronceadores graduales y maquillajes intensificadores del bronceado), que como los de empleo en el salón, no contienen parabenes, incluyen aloe vera y tienen propiedades antioxidantes. Sus precios oscilan entre los 18 € y los 35 €.