Quienes han tenido la suerte de probar alguno de los tratamientos en cabina de Kéraskin Esthetics se alegrarán de saber que su exfoliante Oléa-Scrub que hasta ahora estaba reservado al uso exclusivamente profesional lo van a poder utilizar en casa gracias al lanzamiento de Oléa-Scrub Gel. Y ¿qué tiene de especial este exfoliante, os preguntaréis algunos y algunas? Varias cosas. Desde un punto de vista sensorial podemos decir que tiene un perfume bastante agradable, mezcla de flor de naranjo, mandarina y muguete, pero para mí lo más importante es su textura. Se trata de un gel transparente en el que se distinguen claramente las pepitas de albaricoque, su ingrediente estrella. Estas pepitas están trituradas en granos de entre 300 y 500 micras lo que asegura una exfoliación eficaz sin resecar la piel. Bien, pues ese gel, al entrar en contacto con el agua, se convierte en leche limpiadora con lo cual se aclara fácil y perfectamente con agua después del pertinente masaje que se realiza sobre el rostro en pequeños círculos, siempre evitando la zona del contorno de los ojos. Esta transformación es muy similar a la que se produce con la leche limpiadora de la misma marca, Lait nº 27 (amino-soja), solo que en el caso de ésta la textura inicial es crema, en vez de gel, y con el masaje se vuelve translúcida. En cuanto a Oléa Scrub Gel, lo ideal es emplearlo dos veces por semana. Según sus creadores este exfoliante es percibido como extremadamente eficaz en un 93% de los casos tanto en términos de limpieza como de sensaciones percibidas: la piel se vuelve más suave, más lisa, agradable y renovada al tacto. Yo debo entrar dentro de ese porcentaje porque la verdad es que me ha gustado mucho ya que en un momento me ha dejado la cara más limpia y mucho más suavecita. Eso sí no os paséis con la cantidad porque cunde bastante. Cuesta 35 € el envase de 100 ml

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