No os dejéis engañar por esos anuncios de la tele que prometen convertir tu afeitado diario en un placer. Pasarse una cuchilla por la jeta no es que sea precisamente algo agradable, excepto en el caso de Dexter, pero como el bueno de Morgan es un asesino en serie, mejor no tener muy en cuenta sus consejos. Quedarse en la cama hasta las 12 un día de curro o que el Atleti gane en el descuento. Eso sí que son placeres. Pero tampoco vayamos a exagerar, que en esto de afeitarse hay mucho drama king. Una cosa es que no sea un festival de la diversión y otra muy distinta que cada vez que nos pasemos la maquinilla tenga que encontrarse presente la mismísima Conchita Velasco en plan chica de la Cruz Roja.
Minimizar los daños colaterales del afeitado es muy sencillo si cuentas en el estante de tu cuarto de baño con los productos adecuados. Aunque en los mentideros de la beauty masculina hay un debate abierto, yo soy más de afeitarme después de la ducha: el agua caliente abre los poros y ablanda el vello. Otros prefieren hacerlo antes, rollo Cocodrilo Dundee. En cualquier caso, el proceso empieza con la exfoliación. Bajo este bonito palabro que se presta a todo tipo de equívocos, chistes y chascarrillos varios, se esconde una de las claves del afeitado perfecto: eliminar las células muertas de la piel, por lo que la cuchilla encuentra menos resistencia y el afeitado se facilita enormemente. Las cremas exfoliantes tienen texturas rugosas, con grano, ya que en sus fórmulas aparecen partículas y agentes un tanto agresivos, que son los encargados de hacer de coche escoba y barrer toda la suciedad cutánea. Para los que pertenezcáis al grupo (no sé si en Facebook ya han creado uno) de “Tengo la barba como un cactus”, debéis saber que, aunque os afeitéis todos los días, sólo podéis exfoliaros una o, como mucho, dos veces a la semana. Como sé que en esto de la exfoliación hay mucho primerizo, os voy a contar lo que me pasó a mí con la primera exfoliante de mi vida. La utilicé como una crema hidratante más y me estuve exfoliando durante una semana seguida. Acabé con la cara que parecía que la había puesto en la puerta de un horno: me ardía y la tenía más roja que la nariz de Rudolph. “No estoy hecho yo para esto de la belleza”, pensé. Hasta que me dio por leer el folleto. Para que aprendáis de mis errores y no cometáis los mismos, así se gestiona una exfoliante: con la cara ligeramente húmeda, se aplica con movimientos circulares por todo el rostro e, inmediatamente después, se elimina el producto con agua.
Bien exfoliaditos, es la hora de la crema de afeitar. En este punto no me extiendo mucho porque, mal que bien, esta pantalla ya la conocéis. Lo importante es que incluya ingredientes suavizantes y que no irriten. En cuanto a la textura (crema, espuma, aceite, gel, etc.) lo dejo a vuestra sabia elección (no voy a hacer yo todo el trabajo). Otro dato importante: queda terminantemente prohibido pasarse la cuchilla a contrapelo, ni siquiera para vacilar.
El after shave, o el producto antes conocido como loción para después del afeitado, así lo denominábamos cuando todavía no éramos Europa, es el fin de fiesta. En cuanto a la textura, os digo lo mismo que con la crema de afeitar: emulsión, loción, gel… todas valen. Elegid la que más se adapte a vuestra piel. Aquí lo importante es que contenga ingredientes cicatrizantes, como el aloe vera, antiinflamatorios y calmantes, y que no lleve alcohol. ¿Os imagináis echándoos vinagre en una herida abierta? Pues si usáis un after shave con alcohol os podéis hacer una idea. Otra ventaja de no llevar alcohol es que podéis estar seguros de que Amy Winehouse no se lo beberá a escondidas. Y si todo esto os parece un coñazo, siempre podéis dejaros crecer la barba hasta que os dé por hablar con un balón de voleibol.
John Queras recomienda:
Exfoliante Facial Cotidiano de Issey Miyake: nos gusta porque es un gel con microesferas naturales que te dejan la piel niquelada. Cuesta 21 €.
-Gel de afeitado Hydra Sensitive Men Expert de L’Oréal Paris: especialmente recomendado para pieles sensibles, lo que no quiere decir que lloréis con el final de ET. Nos gusta porque su fórmula contiene ceras siliconadas (nada que ver con Pamela) que previenen el ardor y las rojeces. Cuesta 4,95 €.
Hidratante Matificadora Allure Homme de Chanel: es una emulsión ligera e hidratante para después del afeitado. Nos gusta porque, además, combate los brillos (uno de los principales problemas estéticos de la piel de los tíos). Cuesta 42 €.
PG410 de Remington: es un kit facial para diseñar barbas de tres días. Nos gusta porque es un puntazo y porque sus cuchillas están revestidas de nanosilver, que reduce las irritaciones, y de titanio, que proporciona un corte más efectivo y duradero. Cuesta 54,90 €.

4 Comentarios

  • Lulú de la Pelús
    Posted 22 January, 2010 11:23 am 0Likes

    John,
    toda esta teoría valdría también para afeitarme las piernas?¿?

  • Eirene
    Posted 22 January, 2010 11:34 am 0Likes

    John! Que sepas que, aunque no tengas acólitos masculinos, yo ya le estoy comprando cositas a mi chico y "colándoselas" jejeje. Gracias por toda tu información.

  • Anonymous
    Posted 23 January, 2010 1:54 am 0Likes

    Okis, Johnny,tu sabiduria cosmética tiene coña. Me gusta, pero tengo una duda de diseño. A mi me gustanseducen las barbitas flamencas…¿Algún consejo para mantner los caminillos de hormigas a raya, para dibujar esas delicadas líneas sinuosas entre los pómulos , la barbilla y las patillas? ¿Conoces maestros baberos en este arte?
    E.De Scarada

  • sincriter´s critic
    Posted 16 February, 2010 1:32 pm 0Likes

    Tomo notas para el verano, que es cuando el balón de voley se habrá deshinchado y ya no tendré con quien hablar, así que me afeitaré para hacerme amigo de un nuevo balón y pasar el próximo invierno con él.

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