“Fantasía para pies desnudos” de Kenzo, cuidado y placer en un solo producto

Tengo claro que entre las cosas que más me relajan se encuentran los masajes de pies. Claro que tampoco están las cosas como para estar un día sí y otro también acudiendo a centros de estética a que te lo realicen. Y claro hacérselo un@ mism@ no es, ni de lejos, igual pero a falta de pan… ya se sabe. En cualquier caso nunca está de más ofrecer a nuestros, por lo general maltratados, pies un homenaje en forma de masaje (mira que pareado me ha salido) con productos que los dejen como nuevos. En este sentido el último que he probado es “Fantasme pour pieds nus” de Kenzoki que en castellano se ha traducido como “Fantasía para unos pies desnudos” (26,87 €) . Con ese nombre ya me diréis si no apetece probarlo. Se trata de un bálsamo de masaje que nutre, relaja y repara los pies desde el tobillo hasta la punta de los dedos. Entre sus ingredientes se encuentran la manteca de cupuaçu, la de karité y el agua vegetal de arroz. La primera, originaria de la Amazonia pertenece a la familia del cacao y aporta a la piel los ácidos grasos esenciales que mantienen la película lipídica cutánea, vamos que hidrata intensamente los pies fatigados. La manteca de karité, extraída del fruto del árbol de África central, el butyrospermum parkii, es conocida por sus propiedades reparadoras y protectoras pero también por su efecto calmante y relajante con lo cual viene muy bien después de una larga caminata o tras una noche de baile desenfrenado. Por último se encuentra el agua vegetal de arroz, naturalmente rica en oligoelementos, aceites esenciales y sales minerales. Todo ello se funde en este bálsamo que puede emplearse bien para tener unos pies bonitos o simplemente para relajarse aunque si logramos las dos cosas mejor que mejor. Su perfume es muy “kenzo” y perfectamente distinguible gracias al suave aroma a vapor de arroz. Desde Kenzo con este producto nos proponen un sabroso juego de pies para practicar solo o en pareja. Ahora para emplearla de forma eficaz os voy a dar unas pautas tanto si lo que se quiere es un masaje relajante como si lo que se busca es un tratamiento tonificante. Para el primero debe comenzarse depositando una cantidad generosa de bálsamo en la parte superior del pie. Se extiende con suaves roces subiendo hasta la rodilla y una vez allí, se continúan los roces girando y descendiendo a lo largo de la pantorrilla, masajeando y presionando detenidamente. Llegados al pie, hay que envolverlo con suaves caricias y a continuación realizar pequeñas presiones como pasos de gato para relajar el arco plantar. Volver hacia la punta del pie. Saltar al pulgar y masajearlo con pequeños movimientos circulares. Luego pasar al siguiente dedo del pie y al acabar con los cinco realizar ligeros roces, muy ligeros, ascendiendo a lo largo de la pantorrilla y pasar al otro pie. Para realizar el masaje tonificante hay que sumergir los dedos en el tarro, y sin más, trabajar el bálsamo en el pie con roces vivos. Después hay que ir subiendo a lo largo de la pantorrilla para a continuación bajar hasta el tobillo y estimular el hueco de éste con presiones circulares. Seguidamente se atrapan los dedos del pie y se estiran uno a uno para luego pasar a la planta del pie. Del talón a los dedos, hay que ir presionando de manera alterna. Izquierda, derecha, izquierda, derecha, izquierda, derecha. Después, con el puño cerrado, masajeamos la planta del pie, para terminar con tonificantes roces hasta la pantorrilla. Ah, el producto viene acompañado por unos calcetines con dedo para que el bálsamo se convierta, tras el masaje, en una mascarilla. Recomiendo realizarlo antes de ir a dormir, ponerse los calcetines y acostarse. A la mañana siguiente los pies se muestran estupendos, al menos los míos han “despertado” mucho más suaves.