Aire Loco de Loewe, una nueva fragancia floral con un toque dulce de vainilla

La semana pasada se puso a la venta el nuevo perfume de Loewe, Aire Loco, que aunque por el nombre os pueda parecer una variante del ya clásico Aire no tiene nada que ver con él, la única semejanza está en el nombre. La nueva fragancia es básicamente floral y en ella se unen la frescura de la bergamota, la explosión de la fruta de la pasión y el exotismo de la vainilla. Para las más detallistas os diré que junto a la bergamota italiana, en las notas de salida, encontramos magnolia, pimienta rosa, freesia amarilla y un acorde ozónico. En el corazón acompañan a la fruta de la pasión el jazmín de Sambac, la rosa y la flor de naranjo mientras que en el fondo además de vainilla hay cardamomo, cedro de Virginia y patchuli. El resultado de esta mezcla en piel, en la mía claro, ha sido agradable a pesar de que yo tengo una epidermis “difícil” para los perfumes, sobre todo si son florales. Eso sí debo decir que deja un toque un pelín dulzón que a mí no me termina de convencer pero que, seguro, vuelve loca a todas esas mujeres que se mueren por los perfumes “golosos”, ojo, aunque tiene ese punto dulce no es empalogoso. Pero puestos a elegir entre Aire y Aire Loco me quedo con el primero, en cambio me gusta más el frasco del segundo, tiene un toque más moderno y alegre y, pensando en los problemas aeroportuarios, este eau de toilette llega en versión 50 ml y 100 ml, así que no hay peligro de que lo confisquen en las aduanas. Sus precios son, respectivamente, 57 y 83 €. Hasta aquí la información del perfume. Sin embargo os voy a contar algo más sobre la historia de esta fragancia. Normalmente cuando una empresa se decide a lanzar un nuevo producto cosmético, sobre todo cuando se trata de nuevas colecciones de maquillaje y de perfumes, se “montan una película” en torno a dicha novedad para explicar a qué tipo de público se dirigen y por qué. Y Loewe no iba a ser menos. En esta ocasión los responsables de Aire Loco encargaron a la empresa Ipsos que realizara una encuesta entre algunas mujeres. Éstas debían anotar de forma anónima en unos cuadernos sus secretos inconfesables. De esas anotaciones salieron perlitas como: “Me gustaría que los hombres fantasearan con mi cuerpo, mi boca,….”; “Aparecería en los mejores hoteles, yates, jets, privados, …”; “Me gustaría ver que hace mi novio cuando no está conmigo”… y así podría llenar el blog reflejando estos secretos inconfesables. Pero vamos a ver si cualquiera de nosotr@s hace esta “encuesta” entre sus seiscient@s mejores amig@s –revista Hola dixit al respecto de los invitados a la boda del verano, y nosotr@s no vamos a ser menos- y jura por sus contactos del facebook que va a ser totalmente secreta, no quiero imaginar las burradas que saldrían de los cuadernillos. Pues eso es lo que hizo Ipsos para Loewe y tras leer las confesiones inconfesables se establecieron cuatro categorías de mujeres: la seductora que rompe, la diva que impresiona, la desafiante que intimida y la voyeur que te controla. Pues muy bien, pero a mí me faltan un montón de categorías de mujeres sobre todo porque no termino de encajar en ninguna de estas cuatro. Y me pregunto: ¿es necesaria tanta historia para que Loewe lance un perfume? Además después de tanto estudio y de tanta señora estupenda resulta que la fragancia se dirige a una mujer divertida, impactante, inolvidable y excéntrica. Eso ya está mejor sobre todo si no es necesario que vayan unidos todos los calificativos. Yo al menos conozco a más mujeres divertidas que voyeur, impactantes que desafiantes, excéntricas que seductoras y por supuesto a más mujeres inolvidables que divas.