Impresionante. El último estudio realizado por Sanex revela que el 54% de los españoles usa poco el desodorante. Afortunadamente esto no significa que más de la mitad de nuestros compatriotas no lo use, no, es que lo emplean sólo una vez al día. Para alivio de todos emplear estos productos se ha convertido en una rutina más en nuestros hábitos higiénicos -un 93% de los españoles se pone desodorante por la mañana-, aunque no deja de resultar paradójico descubrir que más de la mitad de los encuestados (54%) lo usa, como ya hemos señalado, tan sólo una vez al día. Aunque muchos españoles piensan que nuestro país se encuentra a la cabeza de los más limpios de Europa, este estudio demuestra que los ingleses, por ejemplo, están más habituados a ponerse desodorante varias veces al día. De hecho, casi la mitad, un 49% llega a usarlo, lo emplea entre dos y tres veces cada jornada. Según este estudio, el 74% de los españoles reconoce sentirse inseguro cuando suda y por eso, el 68% se rocía con desodorante antes de una reunión o de una cita importante. Más confiados en este sentido se muestran los franceses y los ingleses ya que tan sólo el 44% y el 41% de la población, respectivamente, lo utilizan antes de asistir a un acontecimiento importante. Pero sin duda lo que más se teme en el terreno de la sudoración es el olor corporal. El 81% de los españoles expresan que “hacen todo lo que pueden para evitar el olor corporal”. Los datos del estudio también revelan que, según sexos, lo que hace decantarse a los españoles a la hora de usar un desodorante u otro es que proteja la salud de su piel (31% mujeres; 33% hombres), la fragancia (23% mujeres; 24% hombres), y la eficacia (14% mujeres; 16% hombres).
Pero no nos confundamos. La sudoración aunque puede resultar incómoda y molesta es un acto fisiológico imprescindible para lograr mantener una piel hidratada y, lo que es, si cabe, más importante liberarla de toxinas y residuos orgánicos. En sí mismo, el sudor es inodoro, sin embargo, la flora bacteriana, una escasa ventilación, la humedad y la falta de higiene se alían provocando el mal olor y la aparición de bacterias. Aunque la higiene diaria es básica y fundamental, este gesto no basta para eliminar completamente la flora bacteriana. Por eso es importante la elección y el uso del desodorante, un producto que contiene agentes desinfectantes. Sin embargo el mismo modelo no sirve para todo tipo de pieles y sudores. Hay axilas más sensibles que otras, personas que apenas
sudan y otras que provocan cercos de agua en las camisas, gente a la que le gusta combinar el desodorante con su fragancia y personas que optan por los productos sin aroma. La verdad es que no existen excusas para no emplear un desodorante. Ya que hay muchas variedades. Hay quien los prefiere en spray, en roll-on o en crema sin embargo los clásicos desodorantes en barra, iguales de efectivos que los demás, siguen manteniendo y ganando adeptos cada día. La protección que ofrecen es la misma únicamente varían las preferencias y la comodidad de cada uno. En cuanto a los tipos podemos diferenciar entre los tradicionales y los antitranspirantes. Los primeros combaten el mal olor, mediante neutralizadores, y contienen agentes bactericidas que bloquean la proliferación de bacterias que, en definitiva son las causantes de los malos olores. Los antitranspirantes reducen la actividad de las glándulas sudoríparas disminuyendo de ese modo la transpiración, bloqueándola parcialmente. Suelen contener sales de aluminio con propiedades astringentes que logran un estrechamiento de los poros consiguiendo que el volumen de transpiración se reduzca casi a la mitad. Actualmente los desodorantes de última generación reunen ambas funciones. Por último y aunque parezca una obviedad es importante recordar cómo debe aplicarse este tipo de productos ya que algunos estudios sobre el tema afirman que su uso es en muchos casos ineficaz debido a una mala aplicación. En primer lugar debe emplearse con la piel perfectamente limpia, preferentemente después de la ducha, y siempre con las axilas secas. Si éstas están húmedas o sudorosas su aplicación será inútil. Y, por supuesto, jamás debe emplearse tras la depilación de la zona, hay que esperar al menos cuatro horas para evitar molestias e irritaciones. Además hay que tener en cuenta el tipo de piel. Si es seca o sensible lo mejor es huir de los productos con alcohol ya que este ingrediente contribuye a resecarla aún más y puede provocar reacciones

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