Belleza en el embarazo (III)

La sabiduría popular asegura que la época de la vida de una mujer en la que más guapa está es cuando está embarazada, sin embargo muchas mujeres en estado de gestación no están ni mucho menos de acuerdo con esta teoría. Sobre todo aquellas que tienen problemas con las manchas en la piel o que sufren cambios en su cabello. Este último puede sufrir variaciones muy diversas ya que su ciclo vital está muy ligado al sistema hormonal y en el embarazo es cuando las hormonas más se “revolucionan”. Además la presencia de hormonas placentarias en el organismo hacen que aumente la secreción de grasa del cuero cabelludo lo que, lógicamente provoca una alteración capilar. Este tipo de hormonas aportan vitalidad, fuerza y brillo al cabello, algo ideal si se tiene el pelo seco pero más preocupante si antes de la gestación una tenía ya el cabello graso, en cuyo caso deberá extremar el cuidado de su melena. En ocasiones y aunque no es muy habitual algunas mujeres con el pelo liso han visto como a medida que pasaban los meses éste se iba rizando y al contrario como melenas rizadas se han ido alisando según avanzaba la gestación. Son casos más extraños que suelen volver a la normalidad a los pocos meses del parto. Otra consecuencia capilar del embarazo es la caída del cabello en las semanas posteriores al parto, es algo normal que no debe preocupar en exceso ya que se debe a la regularización del ritmo de recambio del cabello. Por último, el viejo mito de que una no debe teñirse el cabello ni hacerse permanentes durante el embarazo es sólo una medida de precaución para evitar posibles reacciones alérgicas del cuero cabelludo en este periodo, ya que no existen estudios que afirmen que los productos empleados para ello sean peligrosos para la salud del feto. Únicamente se aconseja que en esta etapa se empleen coloraciones vegetales o aquellas que no contengan amoniaco.

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